Anoche por casualidad mientras hacia zaping en la televisión, sin saber muy bien que ver, encontré esta pelicula. La verdad es que no habia reparado en ella (pese a que recibió no se cuantos Goyas el año pasado), pero bueno, mi madre dice que estoy en el mundo porque tiene que haber de todo (es broma, xD no la voy a dar mala fama por aquí a la pobre).
Volviendo al tema, me pareció una película estupenda. Es un "baile" para los sentidos y para disfrutarla tienes que dejarte llevar.
El Baile de la Victoria dirigida por Fernando Trueba y protagonizada por Ricardo Darín (Abel), Miranda Bodenhofer (Victoria), Ariadna Gil... es una adaptación de la novela de Skarmeta.
No voy a hacer un resumen de la trama de la pelicula porque sería completamente absurdo.No es una pelicula para analizar desde su argumento. De hecho, y sin intención de pecar de atrevida o de ignorante, si tuviera que comparar lo que me transmitió esta película e introducirla en algún tipo de género, la asociaría directamente con lo que se llama realismo mágico en literatura. Puede sonar algo extraño dicho así directamente pero los sentimientos encontrados en esta pelicula se me asemejaron mucho a los sentidos en novelas como Pedro Paramo.
No se vosotros, pero yo muchas veces me sorprendo dejandome llevar por un libro o una pelicula que poco a poco y sin darme cuenta me va haciendo salir de la realidad y entrar en su mundo. Eso me parece complicado, snceramente, y dificil de conseguir. No cualquiera consigue hacer que entres en la pelicula y sientas lo que el quiere que sientas, y eso esta conseguido en esta pelicula, eso esta claro.
Todo, desde la música, la fotografía, todo está pensado para dejarte llevar por las sensaciones sin pensar en nada mas, pero es curioso la sutileza con lo que lo consigue.
En realidad, la pelicula no deja de ser un drama en conjunto, desde el principio hasta el final. Pero lo curioso es que cuando la ves no te sientes triste, no es tristeza lo que produce. Podría ser dolor, desgarro o quiza melancolía.. Yaún así es un canto a la esperanza, cada minuto, cada segundo. Es como la vida misma. La vida, aunque duela, sigue mereciendo la pena. De hecho, sin dolor no hay vida, y eso es algo que nunca cambiará por mucho que nos empeñemos.
Sobre la mitad de la pelicula, cuando ella se baña en la fuente, yo lo vi claro, es la Dolce Vitta. Esa escena es.. increible de verdad casi se puede sentir como se rasga la tela, notas su desesperación.
Nada de lo que os diga va a conseguir acercarse a lo que es lo que es en realidad, asiq... ya no os voy a contar mas, teneis que verla
me encaaanta Ricardo Darín
ResponderEliminarjajaj que rapidez xD si aun no termine de escribir
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