viernes, 25 de octubre de 2013

Artista,creatividad y educación


Buda explotó por vergüenza






  Representa una realidad bastante cruda sobre todo por el punto de vista desde el que se trata el tema, ya que la que vive toda la historia es una niña de 6 años. El hecho de que se represente una vida tan dura desde los ojos de una niña lo hace aún mas crudo, porque la imagen que tenemos de un niño es principalmente su inocencia, su pureza, su fragilidad, y ver como asume desde el principio el papel de la madre, sin entender nada, viéndolo como un juego resulta muy doloroso, incomprensible desde el punto de vista del espectador occidental. La madre se marcha casi desde el principio, abandonándola, dejándola sola en un mundo tan peligroso. Da la sensación de que tuviera asumido el papel de la muerte, el hecho de que su hija podría morir en cualquier momento.
La muerte está muy presente en cada parte de este documental-película en la que continuamente estos niños se van encontrando en situaciones de máximo peligro entendiéndolas como naturales en su vida diaria, pero sin entender porqué suceden. Asumen el papel de la muerte en su vida y desde allí, desde ese punto, desarrollan su vida.

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